“LA`LEM” COMO TERRITORIO FRONTERIZO: EL LUGAR DE LAS ARTES POPULARES EN LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA

Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Provincia de Catamarca

Dirección de Educación Superior Área Investigación

Instituto Superior de Arte y Comunicación

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

“LA`LEM” COMO TERRITORIO FRONTERIZO: EL LUGAR DE LAS ARTES POPULARES EN LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA

 

INFORME FINAL

 

1. Datos generales:

Responsable del proyecto: Lic. Laura R. Roda Equipo de Investigación:

Prof. Gonzalo Reartes; Prof. Pedro Lazarte; Lic. Gustavo Acosta Fecha de inicio: 15 de abril de 2013

Fecha de finalización: 31 de diciembre de 2013, extendido al 31 de marzo de 2014.

2. Informe de actividades y resultados:

2.1 Talleres de inter-formación

En primer lugar, dada la heterogeneidad de los trayectos formativos y profesionales de los miembros del Equipo de Investigación, se decidió la realización de una serie de talleres de inter-formación a los fines de socializar y discutir las principales categorías teyricas que fundamentan el Proyecto, a saber: “territorio fronterizo”, “artes populares”, “artes de hacer”, “lucha simbylica”, así como la metodología de trabajo basada principalmente en un proceso de subjetivación- objetivación-subjetivación del sujeto investigador y el sujeto de la problemática (Bianchi        2005). Estos talleres fueron planteados como una estrategia para la producción/transformación de conocimientos, como un espacio de reflexión teórico- metodológico y pedagógico-político, para que así se posibilitara la resignificación del marco teórico sistematizado a priori, a través del preguntar y preguntarse por los supuestos básicos subyacentes (Goulder 1970) de todos los sujetos investigadores involucrados.

Se realizaron un total de cuatro (4) talleres, los cuales resultaron sumamente enriquecedores por varios motivos: primeramente porque las categorías teóricas pensadas originalmente desde la antropología, fueron repensadas en función de los aportes de las ciencias de la educación y del arte, más precisamente del teatro. Luego porque la metodología propuesta era desconocida por los miembros del Equipo y este espacio de taller permitió leer y plantear dudas y sugerencias sobre la misma. Y por último, porque otros docentes del ISAC ocasionalmente presenciaron los talleres e intervinieron sugiriendo bibliografía y aportando datos para el trabajo de campo relacionado al reconocimiento de La´lem como territorio fronterizo (p. ej.: descripción de las modificaciones paisajísticas de la Avenida Alem en inmediaciones del ISAC, rememoración de los nombres de familias tradicionales y actividades características del Barrio Alem).

Durante el desarrollo de estos talleres, al ser pensados como estrategia para la producción/transformación de conocimientos, surgieron nuevas líneas de investigación que no habían sido contempladas originalmente en el diseño del Proyecto, como por ejemplo: las intervenciones por parte del Estado Municipal y Provincial tendientes al “ordenamiento” o “urbanizaciyn” de la ciudad, promovidas por la dinámica capitalista, tras el terremoto de 2004, frente a los procesos de identidad que el Barrio Alem y el ISAC activaron en ese momento, como modo de producción de sentidos, conciencia y cultura.

Esta línea de trabajo comenzó a ser explorada (ver Anexo I) encontrando una trama compleja y muy presente en la memoria colectiva, entre movimientos de la tierra (sismos), movimientos forzados por parte del Estado (relocalizaciones) y movimientos comunitarios basados en sentimientos de pertenencia e identidad (resistencias). Dada su complejidad, se sugiere que esta problemática continúe siendo investigada en un Proyecto de Investigación donde se aborde como núcleo principal de análisis.

2.2 Experiencias de reconocimiento del territorio fronterizo de La´lem

Dado que ninguno de los miembros del Equipo de Investigación es oriundo de la ciudad de Catamarca, luego de la realización de los talleres de inter-formación y antes de comenzar el trabajo de campo en las escuelas, se decidió llevar a cabo algunas experiencias de reconocimiento del territorio fronterizo de La´lem. Para esto se seleccionaron dos técnicas de la investigación social: expediciones territoriales y realización de entrevistas.

Las expediciones territoriales consistieron en dos (2) paseos por el Barrio Alem con el objetivo de “explorar en un cuerpo protourbano las relaciones significantes entre el sujeto, el espacio y el tiempo en la ciudad; apelación a explorar en los lugares que se cruzan entre la memoria, las cartografías mentales y la percepción como dispositivos significantes en la experiencia citadina” (González Bolaños 2008:37). De este modo, se registraron lugares significativos, mojones de sentido de lo popular, que pudieron visualizarse tanto por la monumentalización de los mismos, como por el lugar que ocupaban en la oralidad, en conversaciones breves que se mantuvieron con los vecinos (ver Anexo II).

Para las entrevistas, si bien se realizaron de manera abierta, no obstante se plantearon algunos ejes de sentido sobre los que indagar: a) modo de enunciar y definir el lugar donde se vive; b) hechos históricos relacionados a la vida en el barrio;

  1. c) personalidades destacadas del barrio; d) relación del barrio con el ISAC. Por último, tomando en cuenta el escaso tiempo del que se disponía para estas actividades no planificadas originalmente en el Proyecto, se decidió que las entrevistas se realizarían a distintos miembros, de distintas generaciones, de una misma familia del barrio (ver Anexo III).

Como sistematización de esta primer experiencia de campo, se destaca la Avenida Alem como límite entre el “centro de la ciudad” (calle arriba) y el “barrio” (calle abajo), así como la Terminal de Ómnibus como límite entre “los del norte” y “los del sur”. A su vez, La´lem, en tanto territorio fronterizo, se encuentra relacionado con los siguiente mojones de sentido: arroyo Fariñango, altares al Gauchito Gil, Club de Fútbol San Lorenzo de Alem, Club Sarmiento y Club Salta Central, “La Coca” (por las instalaciones de la empresa Coca-Cola) y “La Quilmes” (por las instalaciones de la empresa Quilmes). Entre las personalidades de La´lem que resunenan en la memoria de sus vecinos, pueden mencionarse: “los cobachos de la costanera”, familia que tiene una despensa sobre la Avenida Alem, “los de Villa Gadilla”, recordado como los del conventillo del barrio, familia Frías, familia Bazán, y “La Trini”, travesti que suele trabajar, junta a otras compañeras, en la esquina de Mate de Luna y Alem.

2.3 Trabajo de campo en instituciones educativas de nivel primario

Como tercera actividad, se iniciaron las tareas de campo planificadas en instituciones educativas de nivel primario, seleccionadas previamente en el diseño del Proyecto por estar ubicadas dentro del territorio fronterizo objeto de investigación, a saber: Escuela Nº 257 y Escuela Nº 922.

El primer contacto con las instituciones educativas, instancia para la presentación del Proyecto a las autoridades y acuerdo de trabajo con los docentes del área artística, se convirtió en la actividad que demandó mayor esfuerzo por parte del Equipo de Investigación, así como mayor cantidad de tiempo para su ejecución. Dado que en ningún caso fue posible acceder a una entrevista con el director o vicedirector de la institución en las dos o tres primeras visitas, aun cuando se contaba con cita previa, y que para confirmarnos que no seríamos recibidos debíamos esperar largo rato, se decidió hacer una pequeña etnografía de estos primeros encuentros (ver Anexo IV), entendiendo que “hacer etnografía es como tratar de leer, en el sentido de interpretar un texto” (Geertz 2006 [1973]:24), es decir, entendiendo a la etnografía como forma de conocimiento.

En este sentido, siguiendo a Clifford Geertz, toda etnografía es una descripción densa que “presenta tres rasgos característicos: es interpretativa, lo que interpreta es el flujo del discurso social y la interpretación consiste en tratar de rescatar “lo dicho” en ese discurso de sus ocasiones perecederas y fijarlo en términos susceptibles de consulta” (Geertz 2006 [1973]: 32).

Como síntesis de las interpretaciones realizadas en el desarrollo de esta etnografía, puede decirse que:

  1. existe una gran demanda de talleres de artes no tradicionales en escuelas de nivel primario, especialmente teatro y danza, por parte de estas instituciones.
  2. si bien las escuelas visitadas se encuentran a pocas cuadras del ISAC, no existe cercanía institucional suficiente como para que dichas escuelas piensen en cubrir sus demandas de “talleres de arte” recurriendo al ISAC.
  3. esta falta de recursos en el área artística, la cual se extiende a otras áreas en el discurso de los directivos escolares, lleva a ellos mismos presenten un diagnóstico institucional caracterizado por una situación de abandono y pobreza en la que todos los actores del sistema y la comunidad educativa estarían involucrados.

En paralelo al desarrollo de estos primeros encuentros y su registro etnográfico, se comenzaron a delinear ejes de sentido para trabajar en las entrevistas con docentes del área artística. En este sentido, se definieron tres (3) ejes:

  • Trayectoria profesional.
  • Saberes pedagógicos.
  • Diseño del Proyecto Áulico.

De este modo, una vez que se contó con la autorización de las autoridades escolares para realizar el trabajo de campo, visitamos en horario de clase a los docentes del área artística, solicitándoles mantener una entrevista con ellos. Cabe mencionar que, a excepción de una Profesora de Música (ver Anexo V), el resto de los docentes no accedió a la realización formal de la entrevista. En ocasiones respondían algunas preguntas en los pasillos, pero cuando los invitábamos a conversar en profundidad se excusaban por no tener tiempo, citándonos para un nuevo día, citas que no pudieron concretarse porque no asistían o porque nuevamente no tenían tiempo.

Frente a esta situación, se decidió solicitar solamente el Proyecto Áulico. Esta estrategia tampoco resultó exitosa, puesto que según lo argumentado por la mayoría de los docentes, aún no lo tenían terminado (aun cuando deberían haberlos presentado meses atrás). No obstante, se pudo acceder a dos Proyectos, uno de Música y otro de Plástica, ambos correspondientes a la Escuela Nº 257.

Luego de la realización de entrevistas, según el Plan de Actividades trazado originalmente en el Proyecto, se debían realizar narrativas docentes, las cuales, dado el escaso nivel de participación por parte de los docentes del área artística, fueron suspendidas. Por igual razón, se suspendió la organización y realización de expediciones territoriales por La´lem junto a docentes y estudiantes de las instituciones educativas seleccionadas.

Frente a esta situación, se decidió agregar una tercera institución educativa: Escuela Nº 296 “Pte. Dr. Ramyn S. Castillo”, ubicada en Avenida Pte. Castillo 1412. Las razones para su incorporación se basan en que esta escuela, si bien está por fuera de lo que podría considerarse La´lem, posee en su matrícula una alta cantidad de estudiantes provenientes del Barrio Alem, y además dicta clases de teatro, a diferencia de las escuelas seleccionadas en primera instancia.

En esta última institución, se logró el primer contacto con los directivos pero por razones de calendario escolar (estaban finalizando las clases) fue imposible concretar una entrevistar con el docentes de teatro.

Llegados a este punto, se decidió analizar todos los registros del trabajo de campo en las escuelas, cruzándolos con los NAP (Núcleos de Aprendizaje Prioritario) de Educación Artística en nivel primario. En este sentido, al analizar el Proyecto Áulico de Música, la entrevista realizada a una Profesora de Música y los NAP, puede observarse que:

  • No hay referencias concretas a obras o instrumentos musicales locales.
  • El contexto cercano se preteriza al utilizar expresiones como “música popular y folklórica” o “instrumentos folklóricos y aborígenes”. De este modo, se desvincula el contexto musical popular que traen los estudiantes con los contenidos de la clase de música.
  • Predomina la enseñanza de músicas y bailes tradicionales, aquellos que hacen parte del “repertorio escolar y oficial”. Es decir, música y baile para los actos escolares en conmemoración de fechas patrias.
  • En el Proyecto Áulico se encuentran contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales referidos a elementos del lenguaje musical así como a la práctica de dicho lenguaje, pero no se alude siquiera a lo que en los NAP se propone como Tercer Eje de contenidos, a saber: “Relación con la construcción de identidad y cultura” (Ministerio de Educación de la Nación 2007).

Respecto al área de Plástica, se analizó el Proyecto Áulico de 4to., 5to. Y 6to. año de una misma docente, en relación a los NAP correspondientes. Aquí puede observarse que:

  • Al denominar “Plástica” a este espacio curricular, en vez de “Artes visuales”, tal como se propone en los NAP, se pierde el acercamiento con “artistas y/o creadores tales como plateros, fotógrafos/as, ceramistas, tejedores/as, diseñadores, grabadores, artesanos, escenógrafos, y/o mascareros” (Ministerio de Educaciyn de la Naciyn 2007), áreas artísticas que tal vez puedan ser más populares en nuestra provincia.
  • Se encuentra referencia concreta a un artista plástico argentino: Antonio Berni y a su “mensaje social”.
  • Se insiste en la observación del entorno, aunque considerándolo como escenario de aplicaciyn de los contenidos del lenguaje visual. Expresiones como “el mundo de la imagen en nuestra cultura” o “Valoración crítica de los lenguajes visuales y su incidencia en el entorno”, muestran cómo se piensa a partir de un lenguaje considerado universal, para luego buscarlo en el propio entorno y/o cultura, sin reparar cómo lo cultural constituye un modo particular de percibir, incluso, las formas y los
  • No se encuentran alusiones a lo que en los NAP se propone como Segundo Eje de contenidos, a saber: “Relación con la construcción de identidad y cultura” (Ministerio de Educación de la Nación 2007).

 

3. Síntesis de actividades:

ACTIVIDADES NO

PLANIFICADAS

INDICADORES DOCUMENTACIÓN

RESPALDATORIA ADJUNTA

Talleres de inter-formación Replanteo de investigación Anexo I
Experiencias de

reconocimiento del

territorio fronterizo

1. Registro textual de

expediciones

2. Desgrabación de

entrevistas

Anexo II

Anexo III

ACTIVIDADES PLANIFICADAS INDICADORES DOCUMENTACIÓN

RESPALDATORIA ADJUNTA

Contacto con las

instituciones educativas de

nivel primario

Etnografías Anexo IV
Realización de entrevistas

a docentes

1. Desgrabación

y análisis de entrevista

2. Proyectos Áulicos

Anexo V

Anexo VI

Realización de narrativas

docentes

Suspendido por falta de

participación docente

————————————
Realización de

expediciones territoriales

Suspendido por falta de

participación docente

————————————
Integración y

sistematización de los

distintos registros

Informe Final Informe Final
Redacción de Informe Informe Final Informe Final

 

 

4. Síntesis de resultados alcanzados:

Los resultados alcanzados a lo largo de este proyecto son parciales y deberían ser complementados con la realización de un mayor trabajo de campo en las instituciones educativas de nivel primario, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo. No obstante, se han alcanzado las siguientes consideraciones:

  • Se confirma la hipótesis de trabajo según la cual La’lem hace referencia a un amplio sector, que no necesariamente constituye un barrio, sino más bien un territorio En este sentido, se han podido determinar los siguientes mojones de sentido: arroyo Fariñango, altares al Gauchito Gil, Club de Fútbol San Lorenzo de Alem, Club Sarmiento y Club Salta Central, “La Coca” (por las instalaciones de la empresa Coca-Cola) y “La Quilmes” (por las instalaciones de la empresa Quilmes). Entre las personalidades de La´lem que resunenan en la memoria de sus vecinos, pueden mencionarse: “los cobachos de la costanera”, familia que tiene una despensa sobre la Avenida Alem, “los de Villa Gadilla”, recordado como los del conventillo del barrio, familia Frías, familia Bazán, y “La Trini”, travesti que suele trabajar, junta a otras compañeras, en la esquina de Mate de Luna y Alem. Por último, se destaca la Avenida Alem como límite entre el “centro de la ciudad” (calle arriba) y el “barrio” (calle abajo), así como la Terminal de Ómnibus como límite entre “los del norte” y “los del sur”.
  • La educación artística impartida en las instituciones educativas visitadas, no parece interpelada por este espacio fronterizo, en el sentido de que los contenidos que se ofrecen podrían ser los de cualquier otra escuela, situada en cualquier otro lugar. Tampoco se encuentran referencias a lo regional. Es como si se pensara a partir de un lenguaje artístico considerado universal, para luego aplicarlo en el propio contexto cultural, sin reparar cómo cada comunidad cultural tiene sus propias artes populares, en tanto “maneras de saber hacer lo cotidiano” (De Certeau 1996 [1990]). En este sentido, no se estaría trabajando la “relación con la construcción de identidad y cultura” (Ministerio de Educación de la Nación 2007), tal como se lo propone en los NAP de Educación Artística.
  • En los Proyectos Áulicos consultados predomina la enseñanza de músicas y bailes tradicionales, aquellos que hacen parte del “repertorio escolar y oficial”.
  • Existe una gran demanda de talleres de artes no tradicionales en escuelas de nivel primario, especialmente teatro y danza, por parte de las instituciones educativas.
  • Si bien las escuelas visitadas se encuentran a pocas cuadras del ISAC, no existe cercanía institucional suficiente como para que dichas escuelas piensen en cubrir sus demandas de “talleres de arte” recurriendo al ISAC (p, ej.: ofreciéndose como institución para realizar las prácticas docentes de los estudiantes del ISAC). Es relevante hacer notar que los profesores del área artística de estas escuelas, profesores de música y plástica, no son egresados del ISAC.

 

Recomendación

Durante el desarrollo de este Proyecto se ha abierto una línea de trabajo que se considera amerita ser investigada en un futuro Proyecto de Investigación. Se trata de una las intervenciones por parte del Estado Municipal y Provincial tendientes al “ordenamiento” o “urbanizaciyn” de la ciudad, promovidas por la dinámica capitalista, tras el terremoto de 2004, frente a los procesos de identidad que el Barrio Alem y el ISAC activaron en ese momento, como modo de producción de sentidos, conciencia y cultura.

5. Obstáculos intra e interinstitucionales en la ejecución del proyecto:

A continuación se enumeran ciertos obstáculos y limitantes para el trabajo de investigación, con objeto de aportar al mejoramiento y fortalecimiento del área:

  • Los docentes de nivel superior no suelen tener formación en investigación, por lo que se recomienda dedicar un tiempo para la transmisión y socialización de estos conocimientos dentro del cronograma del Proyecto de Investigación presentado.
  • La investigación educativa no debería ser la única que se desarrollase en los Institutos de Formación Superior. Los temas de las convocatorias para la presentación de Proyectos deberían contemplar otros ejes más allá de los referidos a educación, muchas veces comprendida ésta sólo como escolarización.
  • No existen formularios estandarizados que se propongan desde la Dirección de Educación Superior, ya sea para la presentación de Proyectos de Investigación como para la presentación de Informe de Avance o Informe Final. Contar con estas formas colaboraría a profesionalizar la tarea investigativa en el Nivel Superior.
  • El período con que se cuenta para el desarrollo de la investigación es demasiado corto. En este caso se planteó desde mediados de abril hasta diciembre, y luego se extendió hasta marzo del año siguiente, pero teniendo en cuenta el receso estival, sólo se contó con nueve (9) meses. Se sugiere plantear proyectos de entre uno (1) a 3 (tres) años de duración.
  • Al no haber financiamiento para el desarrollo de la investigación, se hace difícil, cuando no imposible, acceder a bibliografía especializada, realizar pequeños viajes dentro de la misma provincia para realizar análisis comparativos, contar con equipamiento mínimo como computadora, grabadores de voz, cámara fotográfica, o con insumos básicos como papel y tinta, etc.
  • El pago de las horas institucionales con las que se retribuye económicamente la tarea de los docentes-investigadores se retrasa durante meses, en ocasiones cobrándolas luego de haber finalizado el Proyecto de Investigación. Esta situación, sumada al no financiamiento del Proyecto como se menciona en el punto anterior, ha dificultado sobremanera el trabajo de investigación.

 

Bibliografía:

 

Bianchi, S. 2005. Construir nuevos espacios de socialización. Un recorrido en la búsqueda de nos-otros. Año1, Nº 2. Editorial Universidad Nacional de Rosario. pp. 13-

40.

De Certeau, M. 1996 [1990]. La invención de lo cotidiano I. Artes de hacer. Universidad Iberoamericana. México.

Geertz, C.   2006 [1973]. Descripción densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura. En: La interpretación de las culturas. Gedisa. Barcelona. pp: 19-39.

González Bolaños, J. 2008. “£Qué escuelita es San Nicolás!”. Una ciudad que se resiste a desaparecer. Páginas de Cultura N° 1. Instituto Popular de Cultura. Cali. pp: 37-44.

Goulder, A. 1970. La crisis de la sociología occidental. Amorrortu. Buenos Aires.

Ministerio de Educación de la Nación. 2007. Núcleos de Aprendizaje Prioritarios. Educación Artística. Nivel Primario.

 

ANEXO I

 

 

Movimientos en La´lem.

Entre el terremoto y el abandono

 

 

Prof. Gonzalo Reartes

El movimiento sísmico de septiembre de 2004 implicó también un movimiento y movilización social, y con ello procesos de resistencias, reapropiación, destrucción y relocalización en torno a dos edificios antiguos de la Avenida Alem. Sobre ellos contaremos algunas palabras, precarias y parciales, pero sin embargo útiles para empezar a conocer el territorio en donde trabajamos desde alguna de sus historias.

En la Avenida Alem, justo en el medio de su recorrido entre las avenidas Güemes y Belgrano, tras el sismo del 7 de septiembre de 2004, sucedieron algunos acontecimientos que involucran al ISAC y a sus vecinos, en esos tiempos conocidos como “los de Villa Gadilla”.

“Villa Gadilla” era un complejo habitacional en donde vivían varias familias. Es recordado muchas veces como un “conventillo”, en donde vivían precariamente algunas personas. Al frente estaba ex Hospital San Juan Bautista, en donde funcionaba desde 1995 el ISAC (ex Escuela de Bellas Artes). Existen similitudes entre ambos lugares en lo que hace a las intervenciones estatales posteriores al sismo.

El diario “El Ancasti” irá informado cómo los edificios son declarados desde los entes gubernamentales en “situación crítica”, “peligrosos” e “inhabitables”, y cómo comienzan los proyectos de “traslado” de sus habitantes y en simultáneo el proyecto de “demolición” de estos “edificios peligrosos”. Desde el gobierno provincial y el mencionado diario se instala un discurso de “edificio peligroso, en riesgo de derrumbe e inhabitable” que toma cuerpo durante los primeros días posteriores al sismo y los meses siguientes. El 8 de septiembre de 2004, diario “El Ancasti” informaba:

“Cedió la estructura de Villa Gadilla

Villa Gadilla, las conocidas y precarias habitaciones usadas como viviendas, ubicadas sobre Avenida Alem y República, sufrieron daños importantes con el sismo que sacudió a la provincia en las primeras horas de ayer. Las        11 habitaciones de la Antigua construcción, en donde viven 23 familias, no aguantaron el movimiento y grandes trozos de adobe cayeron lastimando a algunos de sus habitantes. Las paredes de la parte del frente de la casona debieron ser reforzadas con palos para evitar derrumbes. Mientras que desde Defensa Civil aseguraron que el edificio no podrá ser habitado debido a que la construcción puede caer en cualquier momento. Por esta razón, ayer se hizo presente en el lugar la Directora de Desarrollo Humano, María Luisa Morena de Armoya, para interiorizarse de la situación. En diálogo con EL ANCASTI, la funcionaria indicó que “por ahora (por ayer) se asistirá a la gente con comida, y se los alojará en el Hogar Huayna Huasi”.

En el lugar se vivieron tensas situaciones por parte de las personas que habitaban el lugar y no querían abandonar el edificio. Cabe destacar que estas familias habitan la antigua casona desde hace más de cincuenta años y nunca quisieron dejar el lugar, pese a que en varias oportunidades las autoridades les ofrecieron otro lugar en donde vivir.

Sin ir más lejos, poco después de las 16, algunos habitantes del caserón -desoyendo las indicaciones policiales- retornaron al interior del lugar” (El Ancasti 08/09/2004).

Los habitantes de ambos edificios serán relocalizados. Los de “Villa Gadilla” empezarán un peregrinar incierto. Al no poder permanecer en la vieja casona, el gobierno les promete $500 para el alquiler de departamentos por un mes, tiempo que se estimaba tardaría la construcción de viviendas del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV). Los tiempos se dilataron. Los $500 que tardaban en llegar se transformaron en otra propuesta. El gobierno decidió invertir dinero en unas carpas que se colocaron en la misma Avenida Alem, en plena calle. Éste sería el lugar donde vivirían durante un tiempo las familias de “Villa Gadilla”, con constante ocupaciones de la vieja Casona. La precaria situación desembocó en dos grande problemas, por un lado el habitacional de las familias de “Villa Gadilla”, y por otro los conflictos y reclamos con los vecinos y los comerciantes cercanos, en la medida en que se les imposibilitaba el paso por la Avenida y los afectaba en las actividad comercial. La resolución de uno implicaba el otro. Se solucionó recién cuando los vecinos fueron trasladados al “barrio de los monoblock”.

Por su parte, el ISAC es relocalizado en La Escuela de Minería. Esta situación trajo aparejados problemas didáctico-pedagógicos, pues había una imposibilidad de dar clases por límites de espacio, tiempo y recursos. Todo lo cual llevó a que en el mes de noviembre del año 2004 se inicien reclamos por parte de la comunidad educativa del ISAC, y la constitución de una Asamblea. Ésta comenzará a enviar notas a distintos funcionarios y personalidades de la sociedad catamarqueña para sensibilizar a la opinión pública, al tiempo que se realizan actividades de resistencia para volver al ex Hospital San Juan Bautista. La comunidad educativa del ISAC inició un proceso de lucha que llegará a su punto de mayor tensión en marzo del 2005 con “La Toma del ISAC”, tal como se la conoce históricamente en la comunidad educativa.

El envío de notas fue clave en este proceso. Éstas fueron enviadas por diferentes actores de la comunidad educativa del ISAC, docentes, centro de estudiantes y directivos, destinadas a diferentes instituciones del gobierno provincial como Cámara de Senadores, Cámara de Diputados, Dirección de Patrimonio, y otras entidades como La Unión de Arquitectos. Los estudiantes fueron los que, con apoyo y complicidad de otros actores de la institución, realizaron “La Toma”.

La Unión de Arquitectos de Catamarca, en conflicto con el otro discurso que buscaba la demolición, empezó a instalar las ideas de “edificios históricos”, “patrimonio histórico y cultural”, que lentamente se fueron convirtiendo, junto con el reclamo didáctico-pedagógico, en los argumentos más fuertes para oponerse a la demolición y para proponer el refuncionamiento de las instituciones que habitaban en el “Viejo Hospital”

El “Viejo Hospital” es obra de Luis Caravatti, y como este arquitecto estaba siendo revalorizado en aquél momento, sus obras debían ser conservadas. El “edificio histórico”, el “patrimonio cultural”, serán un lugar de enunciación común en la defensa desde diferentes frentes como discurso afirmativo de la preservación de los edificios, al tiempo que aparecerá la denuncia a la “cultura del abandono” que conlleva un “despojo del pasado próximo” de los catamarqueños.

Desde el discurso del gobierno, que se viabilizó especialmente en el diario oficialista del momento, El Ancasti, los daños de los “edificios históricos” eran consecuencia del terremoto, esto se hacía expreso en las palabras de funcionarios y técnicos de gobierno. Pero la Unión de Arquitectos de Catamarca, el ISAC, y otros actores, confrontaron este discurso con la idea del “abandono”. Según estos últimos, los daños que los edificios presentaban eran fruto de políticas que durante años habían desatendido el “patrimonio cultural”.

Por su parte, cabe mencionar que la vieja casona de “Villa Gadilla”, a pesar de ser un edificio histórico de la ciudad, no era considerada como “patrimonio”, lo que justificaba su demolición, más allá de que presentara daños por el terremoto o por abandono.

 

 

NOTAS

  1. La Historia Institucional del ISAC llega hasta 2004, por lo que debería ser actualizada.
  2. Existe en Biblioteca de ISAC un anillado con notas y artículos periodísticos publicados en los meses subsiguientes al sismo.

 

 

ANEXO II

 

 

Registro textual de expedición territorial por el Barrio Alem

 

 

Lic. Laura Roda

Comenzamos la expedición una mañana de un día de semana, caminando por la Avenida Alem, desde Güemes hacia Belgrano. Sobre esta avenida, lo primero que notamos es la presencia de muchos comercios que venden repuestos de autos y motos, así como de gomerías.

Desde la Avenida Alem, si se mira hacia el este en algunas esquinas, se alcanza a ver la baranda del Fariñango.

En la esquina de Alem y Colpes, donde se encuentra la Plaza Torrontes, nos topamos con un gran dibujo pintado en la pared del Gauchito Gil, acompañado por una figura de yeso metida dentro del tronco de un árbol, a modo de gruta. Alrededor, pueden leerse cantidad de inscripciones. Nos tomamos un descanso sentándonos en un banco próximo y aprovechamos a registrar algunas de las inscripciones que rodean al Gauchito Gil: “El Santo de Alem”; “Los Gauchos de Jorge Bermudez”; “El Gaucho Baby Castaño”; “Curucho”; “Ocotero”; “Viva la droga”.

Mientras estábamos tomando nota, se nos acerca el cuidador de la Plaza para preguntarnos qué estábamos haciendo. Cabe mencionar que no había más nadie en la Plaza. Le comentamos que éramos docentes del ISAC y que estábamos haciendo una recorrida por el Barrio para un trabajo de investigación. A continuación le preguntamos si conocía el ISAC. Respondió negativamente. Luego le preguntamos si podría ayudarnos recordando hechos o personas importantes para el barrio. Rápidamente accedió. Comenzó señalando la despensa frente a la Plaza. “Tienen que hablar con los cobachos de la costanera, ahí en la despensa, o con Contrera, el de la casa de ladrillitos al lado de la despensa. También puede ser con los Rodríguez o los Bazán, los que tienen la quiniela. O con Hugo Figueroa, el de la casa amarilla esta que está aquí enfrente”. Luego le preguntamos qué lugares destacaría como los más concurridos por la gente del barrio. “Y… creo que el Club Salta Central. ¡Ah! Y el Club San Lorenzo de Alem, el que está Alem y Mate de Luna, sí”. Por último, el cuidador volvió a preguntarnos sobre el trabajo que estábamos haciendo, habiendo entendido que éramos estudiantes. Tras algunas explicaciones, le agradecimos y seguimos camino. Él se despidió recordándonos que por cualquier cosa, él estaba allí en la Plaza de lunes a viernes por la mañana.

Continuamos caminando hasta toparnos con otra plaza, o plazoleta, la de Avenida Alem y Acosta Villa Fañes. Nos recibió el olor intenso de la pequeña fogata donde se quemaban hojas, pasto y quién sabe qué más… En esta plaza se encuentra la primer referencia al nombre de la Avenida, referencia que al terminar la expedición pudimos descubrir como única. Se trata de un busto del Dr. Leandro N. Alem, inaugurado el 1º de julio de 2008… sorprendidos por la reciente instalaciyn de tal recordatorio a quien debe su nombre la extensa Avenida Alem, nos encontramos con un recordatorio mucho más grande, realizado sobre una pared en el centro de la plaza, con muchísima más visibilidad que el busto de Leandro N. Alem. Se trataba de un mural en memoria de Raúl Vera.

Dimos la vuelta por la plaza y comenzamos a desandar el camino, ahora por la primer calle hacia el este de la Avenida Alem, ya “dentro” del barrio. Lo primero que notamos es que los pastos aquí están altos, nadie los quema. El bullicio de la avenida se deja atrás para comenzar a escuchar los perros que ladran cuando pasamos. Ahora la perspectiva cambia. Si miramos hacia el oeste, pueden verse los últimos pisos de dos o tres edificios del centro, creando la ilusiyn de que “la ciudad” se encuentra más lejos.

La cercanía con el Fariñango nos trae un olor particular, olor a ribera, aunque más bien se trata de hilitos de agua verde que navegan sobre un gigante de cemento. ¿Qué es lo que emana ese olor tan particular entonces?

Nos topamos con el primer puente para cruzar el arroyo. Se encuentra a la altura del Club Sarmiento. En la puerta del Club, con pintura y letra a mano alzada, se lee:               “12-06-1912 // 12-06-2012

Historia, gloria y pasión”

Más adelante, en otra pared, escrito con aerosol, puede leerse: “La 14 presente. Ocoteros”. Allí, recuerdo que al llegar a la ciudad de Catamarca y escuchar este nombre, “ocoteros”, pregunté qué significaba. Además de explicarme el significado literal de la palabra, me dijeron que así se llamaba a los hinchas del Club de Fútbol San Lorenzo de Alem porque antes, en el Barrio Alem, había un matadero y los hombres del barrio que trabajaban allí, solían oler mal, razón por la cual recibieron ese apodo, “ocoteros”.

Seguimos caminando por esa primera calle de “adentro” del barrio, calle que no tiene nombre a la vista, donde encontramos ya varias casas de adobe derrumbadas. Nos preguntamos si estas casas se habrán abandonado luego del terremoto de 2004, igual que “Villa Gadilla”. También notamos la existencia de varias palmeras, vegetación bastante rara en Catamarca, salvo aquellas que se plantan en las inmediaciones de los edificios públicos, así como de piedras rodadas en las angostas veredas.

Más adelante, sobre la pared de una casa leemos: “Gracias vieja por hacerme del Santo”.

Por último, paramos en un kiosco de calle Avellaneda y Tula y Mate de Luna. Allí preguntamos con quién podíamos hablar para conocer la historia del barrio. Tras pensar unos breves minutos, el kiosquero respondiy: “Pregunte por la familia Frías”.

 

 

ANEXO III

 

 

Desgrabación de entrevistas realizadas a la Familia Ortega

 

 

Prof. Pedro Lazarte

Graciela Ortega, 68 años, docente jubilada

Me llamo Graciela Ortega y vivo en el Barrio Alem. Llegue aquí con mi esposo hace 38 años. Nos mudamos aquí cuando recién nos casamos. Cuando llegamos era todo diferente, todo más tranquilo ya que había menos movimiento. En cambio ahora hay muchas más viviendas y se ha vuelto mucho más importante la avenida. Ya que además de ser una entrada a la ciudad, es una avenida totalmente importante con muchos negocios. En cambio cuando yo llegué era más tranquila la zona, con menos tráfico, menos movimiento y menos casas. Ahora es todo distinto.

Entre los hechos pasados en este barrio que puedo llegar a relatar me acuerdo del terremoto. Fue terrible eso porque todos los que lo vivimos no podemos siquiera expresarlo con palabras… ni escribirlo. Fue espantoso en el sentido de que fue muy largo y que se produjo en una hora en la que estaba todo el mundo despierto. Hubo mucho caos. Cuando menos nos dimos cuenta estábamos todos en la calle. Lo peor fue que ocurrieron sucesivamente los restantes temblores. Hubo más de 100 o 150 temblores después. Entonces ocurría que mucha gente dormía vestida… dormíamos con las zapatillas puestas y con todas las ventanas y puertas abiertas, sin llave, listos para correr si pasaba algo. Ha sido muy traumático. Después también ha habido accidentes… pero lo del temblor ha sido terrible.

La dictadura fue diferente. Si bien yo la pasé trabajando, no nos dábamos cuenta de la dimensión tan espantosa que ha sido… de la magnitud de lo que ocurría. Porque acá no hubo gente desaparecida, pero lo que sí notamos era que se sacaron muchas fechas, entregaban mucho memorando a la escuela dando órdenes que era algo que no habíamos vivido nunca. Pero se notaba que el ambiente no era normal. Pero no teníamos dimensión de la cantidad de gente que desaparecía. No teníamos magnitud de los desaparecidos. Sin ir más lejos, aquí en el barrio si habían vecinos que eran buscados y que nunca los hallaron. Pero desaparecidos aquí no… buscados sí. Siempre es hasta que no te das cuenta. Yo lo viví más en Tucumán (ya que yo viajaba mucho a Tucumán en esa época) que me parecía espantoso que estuvieran a la vera del camino los soldados con ametralladoras. Me parecía que entraba a un ¡¡campo de guerra!! Y ahí sí yo notaba no tanto el tema de los desaparecidos sino que las cosas habían cambiado mucho. Ahora por ejemplo en democracia tenemos los feriados que se anuncian y todo. Cuando ellos entraron sacaron todos los feriados habidos y por haber. La época anterior a los militares ha sido espantosa en cuanto a que aquí en el barrio no conseguían cosas, sobre todos los artículos de primera necesidad y era un caos el gobierno. Se notaba que era un caos. O sea que nosotros estábamos previniendo que viniera otro y se hiciera un cambio pero que nunca pensamos que el cambio sea para mal. Siempre pensamos que iba a subir alguien que podría haber puesto las cosas más en orden. Faltaba el azúcar, faltaba el aceite, faltaba el gas. Había que hacer largas colas en el almacén de aquí al lado para conseguir un kilo de azúcar, por ejemplo. Había mucho desabastecimiento. También sabíamos que había muchas desapariciones y muertes pero nunca dimensionamos la cantidad. Sí sabíamos que no era como se esperaba que venga un cambio y esté todo mejor.

Existe una diferencia de la Alem para acá [de la Avenida Güemes hacia el norte] que de la Alem para allá [de la Avenida Güemes hacia el sur]. No es que nosotros seamos una cosa distinta pero allá es como que están los rateritos. Eso ocurre de la Alem para abajo, hacia el sur. Que a pesar de que no hay casas marginales es como que se instaló algún grupo que vende droga o lo q sea. No se nota acá. La presencia policial no es muy de ir. Pero por ejemplo los remiseros te dicen: “¿A dónde va?” Si para Alem, para abajo, ya es otra cosa. Sí hay una diferencia. En cambio para el norte es bien, igual que acá con mucho tráfico por la terminal. Es distinto, mucho más fluido todo, mucho tráfico.

Sobre la manzana de las artes no te puedo dar mucha opinión ya que no conozco gente que vaya. Puedo llegar a tener un poco más de información sobre la Escuela de Teatro que sobre el ISAC. Como no van mis hijos ni gente conocida que haya no te puedo dar mi opinión. Lo que sí te puedo decir es que sí me gusta que se haya usado el viejo edificio del Hospital San Juan Bautista para que este todo lo que es arte. Eso me pareció muy bueno porque le dio otra imagen a la ciudad. Pero no sabría qué importancia ha tenido ISAC para el barrio porque no conozco a nadie que vaya ahí.

“Villa Gadilla” era un conventillo donde actualmente hay un depysito de cerveza. Era un conventillo de gente un tanto marginal que estuvo por muchos años ahí hasta que luego expropiaron esa casa, y le dieron otras a esa gente. Era gente muy humilde donde vivían todo juntos. Era una tipo de casa con muchas habitaciones donde vivían muchas familias. Pero no era gente mala. No como ahora que pensamos en las villas. Era gente humilde nada más.

Ahora en el barrio hay muchas diferencias que nos molestan a la gente grande. El tráfico, la gente. A pesar de que se avanzó, a nosotros nos molesta el ruido. Pero por ejemplo, se ha puesto un semáforo que se viene pidiendo hace muchos años, ya que son cuatro esquinas y se hace difícil cruzar la calle. Es un adelanto de este gobierno. Aunque se demoraron un poco.

Un acontecimiento importante me parece que fue el nacimiento de mis hijos sobre todo el de mi hijo más chico, que no lo goce tanto porque se me fue y lo tengo lejos. El haberme casado con un hombre maravilloso también. Llegar aquí al barrio y juntos tirar para adelante, tener lo que tenemos gracias al esfuerzo de los dos. Pero sobre todo fue el nacimiento de mis hijos lo que me marcó mucho, sobre todo porque en un comienzo pensaba que no iba a ser mamá. Pero después de tenerlo al primero vinieron los otros dos seguidos. Y por el último siento mucho orgullo ya que está haciendo lo que le gusta, y cada vez que lo veo actuar es como que me emociono y siento que fuera la primera vez que lo viera.

 

 

Gonzalo Ortega, 35 años, empleado público

Vivo en el “Barrio Alem” o “Los Éjidos”. El segundo nombre no tengo idea por qué se llama así. Está el cartel de aquí a unas diez cuadras más o menos. Es un cartel divisorio que dice “Bº Los Éjidos”. O también se le llama “Alem” por la Avenida Alem, porque es una de las cuatro avenidas importantes y principales de aquí y de lo que sería el centro de Catamarca. Por eso es. El barrio ha crecido bastante. Se ha ido para el lado del Río. Bastantes cuadras han crecido ahora.

Cuando era chico me acuerdo de cuando se hizo el tendido de cloacas aquí en el barrio. Habían venido un camión bien grande a trabajar para lo que levantaron el asfalto durante cuatro o cinco meses. La cuadra estaba llena de obreros construyendo, trabajando. Entonces con mi hermano y mis amigos jugábamos ahí mientras ellos trabajaban. Puedo decir que mi infancia aquí en el barrio ha sido muy divertida. Si bien hay cosas que no me acuerdo, otras sí, como cuando teníamos un quiosco aquí delante de mi casa y venía mucha gente. O cuando íbamos con mi viejo a comprar fideo y pan y teníamos que hacer todos los mandados. También recuerdos de peleas que se armaban aquí en la vereda o algunos escándalos con la policía. De ese tipo de cosas me acuerdo. O también el fallecimiento de un vecino que le dio un infarto. Parece que estaba enfermo de diabetes y se complicó y falleció en siete días. Pasé por su casa y vi mucha gente. El velorio fue en su casa en la otra cuadra de mi casa. Y me sorprendió ver mucha gente. Había cien personas casi, y como él es mecánico, había como cincuenta personas cuando yo me fui al trabajo. Cuando volví había muchísimas más, era impresionante la cantidad de gente. El tipo ayudaba mucho al club, al barrio. Era muy querido y muy conocido. Yo no lo conocía pero sí lo saludaba pero eso me sorprendió ver tanta gente.

Hay muchas diferencias entre el barrio de antes y el de ahora. No es la misma gente. Muchos chicos de mi edad se fueron ya, no viven más aquí por cosa de la vida. Se casan, tienen hijos o se van a vivir a otra provincia. No es nada que ver la juventud de ahora a cuando nosotros éramos chicos. Ahora hay mucha más gente. Es mucho más peligroso ir para abajo, para el sur. Es más peligroso porque hay robos. No es que te van asaltar cuando vayas, pero hay mucha changada chupando en la vereda y no da para entrar ahí. Si tenés que buscar a alguien a la una o dos de la mañana no da para entrar ahí porque lo más probable es que te tiren la bronca. Pero sí, ha cambiado mucho el barrio. Creció mucho el barrio. Hay muchos más negocios en la cuadra donde estoy yo. Cada vez hay más negocios y van quedando pocas casas. La terminal también ha hecho crecer mucho la zona porque antes era bien chiquito. Entonces la han reformado y le han agregado el shopping y eso ha hecho que crezca mucho el barrio. Luego han puesto un súper y ahora hay mucho más movimiento de gente.

Una diferencia marcada es que para aquí hay clase media. Para el sur, para la otra parte hay como clase más baja. Hay gente pobre que no vive en la indigencia, pero hay bastante gente pobre y más para el lado del río, donde hay casas en las que se metieron usurpadores, gente humilde que hace sus casas con cartones. No son muchos pero deben ser alrededor de treinta familias. Pero para abajo también hay mucha gente buena, o sea gente trabajadora que no anda en choreo ni nada de eso. “Villa Gadilla” era famosa. Era una casona vieja que decía en el arco de entrada “Villa Gadilla” y vivía mucha gente. Todos metidos en una sola casa. Eso lo demolieron hace poco, como 6 años y esa gente se fue a vivir en casas que le dieron. Eran de clase baja. Es al frente de ISAC donde descargan la cerveza. A todo ese predio lo compró la Quilmes. De eso si me acuerdo. Desde que nací que estaba eso ahí.

Yo viví el terremoto más grande… el del 2004. Yo estaba aquí en mi casa y fue como a las ocho de la mañana. En setiembre fue creo. Estaba medio fresco, nublado y salía el sol de a ratos. Fue muy fuerte. Impresionante. El peor de todos. La sensación de que se te movía el piso. Murieron dos personas si no me equivoco, pero por infartos creo, no por el terremoto. Fue muy fuerte. Casi siete grados. Pero después venían las réplicas por seis meses más. Todos los días había movimientos fuertes. Todo el mundo entró en pánico. Yo estaba trabajando en el centro y ahí se sentía muy fuerte. Todo el mundo estaba en pánico. Se hicieron misas, se sacó a la Virgen, y todo eso. En Haití me acuerdo que hubo muchos muertos en el mismo terremoto. Allá las casas nada que ver con las de acá. Aquí son antisísmicas casi todas. O como en Chile que murieron muchos también.

La cuadra del ISAC por donde entras al ISAC era la administración creo. Hace más de veinte años. Yo tenía once años creo. Iba con mi tío que laburaba en el Hospital Viejo. Estaba muy viejo, muy deteriorado el hospital, con pinta de sucio, mal aspecto. Yo entré hace diez años atrás con un amigo que tenía una fotocopiadora adentro en ISAC. Entramos a la parte de atrás a la tarde y él me decía: “vení conocé donde eran los quirófanos antes”. Cuando estábamos ahí se veían todas la máquinas que usaban. Está todavía. Se ven las lámparas para operar, hay muchas camillas. Es medio tétrico el lugar. Hay muchas cosas abandonadas. Creo que lo abandonaron porque la estructura no daba para más. Ya no daba abasto la población ahí. Si ni siquiera el hospital nuevo no da para más tampoco. Siempre está desbordado.

Toda la zona del ISAC se revalorizó mucho porque han pintado y arreglado. Además Obras Públicas, que es donde estoy yo trabajando, está arreglando ahí adentro. Han cambiado todos los techos porque las tejas se venían abajo. La parte de afuera, por la calle República, creo que ahí también han puesto adoquines y a los costados han pintado y arreglado bien. Han reformado bastante. Les tomó tiempo pero quedó bien presentable. Antes era lugar de vagabundos, ratas, hippies, cualquiera entraba ahí… era un droguerío. Pero cambió bastante. Es otra vida con ISAC y la Escuela de Teatro. Además hay un canal de tele y una radio ¿no? Cambió bastante. Los vecinos están conformes ya que además hay mucha gente trabajando. Hay movimiento mañana, tarde y noche. Antes estaba abandonada esa zona. Daba miedo pasar por ahí. Es como que de República para aquí era una cosa, y para allá era otra. Ahí estaba “Villa Gadilla”, había vagabundos también. De República para este lado es como más céntrico, y antes esa parte de la República estaba toda cerrada. No estaba abierto como ahora con la escalinata y todo eso… como ahora que han hecho como una tipo plazoleta. Antes estaba todo cerrado. Pero demolieron todo eso. Y antes estaba la Escuela de Teatro por ahí, por la República pero ahora se fueron a otro lado… pero creo que volvieron ¿no? Porque una cosa es la Escuela de Teatro y otra es ISAC. Yo fui y conozco ahí porque fui a tomar asistencia a los obreros de Obras Públicas ahí. Ellos están refaccionando el Hospital Viejo que es un laburo impresionante demoler todo eso, las paredes fisuradas… la parte de adelante está igual, la fachada, las columnas. Pintaron, sacaron las rejas del frente, etcétera.

 

Leandro Ortega, 31 años, estudiante universitario, actualmente residente en la ciudad de Tucumán.

Yo vivía en el Barrio Alem de Catamarca. Me acuerdo que los chicos más grandes del barrio siempre estaban en la esquina de Alem y Güemes. Nosotros los más chicos jugábamos en el baldío que ahora es la Estación de Servicio. Como el suelo era irregular, habíamos logrado construir una pista de mountain-bike con subidas, bajadas y curvas. Digo «habíamos» construido porque como era un espacio común del barrio, sin serlo, cada grupo de chicos le hacía algo nuevo cuando iba, es decir que a veces nos encontrábamos con rampas sin saber bien quién las puso. Como la maleza crecía alta, también era un lugar donde jugábamos a las escondidas… Para algunos eran un buen escondite para fumar o llevar revistas «pornográficas».

 

 

ANEXO IV

 

Etnografías sobre los primeros Encuentros con las instituciones educativas de nivel primario

 

 

Prof. Gonzalo Reartes

En el encuentro del Equipo de Investigación con las escuelas, donde se pretendía realizar el trabajo de campo, quedó explícito el desencuentro entre lo que unos y otros perciben y entienden como necesario, prioritario e incluso urgente para las instituciones. En ambas escuelas visitadas, la Escuela Nº 257 y la Nº 922, el primer encuentro fue similar. Nuestra presencia y presentación generaba ciertas expectativas en los directivos. La procedencia institucional era entendida como una suerte de “salvaciyn”. La presencia de personas del ISAC implicaba, por así decirlo, una ayuda redentora desde el arte. Las autoridades de las escuelas, directivos y secretarios, nos confundían con alumnos de carreras de artes que haríamos las prácticas docentes. En ambas instituciones hubo que repetir varias veces, explicar y comentar que el proyecto que realizaríamos era de investigación y que implicaba trabajar con docentes del área artística.

Cuando dejábamos en claro que éramos docentes en un proyecto de investigación venían los lamentos y las demandas. Las expresiones “qué lástima que no van a trabajar con los chicos”, o “la fala que les hace a ellos realizar alguna actividad artística”, eran una constante en los primeros encuentros. Ahí empezaban los pedidos de realizar “talleres artísticos para los chicos”, porque eso es algo que les “hace mucha falta”. Procedíamos nuevamente a presentarnos y explicitar detalladamente cuál era nuestro objetivo e interés en la institución, lo cual no era suficiente para que desistieran en sus lamentos y demandas, ni en remarcar la “necesidad de un taller para los chicos”.

Los directivos nos comentaban las incansables tareas que tiene que realizar para atender a los alumnos, en función de las condiciones en las que trabajan: falta de apoyo de supervisores, de otros actores sociales, del Ministerio, de los padres, que daban cuenta de una situación muchas veces dramática que se vive en las escuelas. Si bien las dos escuelas que se encuentran en el límite del centro de la cuidad, daban cuenta de iguales condiciones a las de las escuelas de la periferia. La “pobreza” quedaba marcada en diferentes ámbitos en los discursos de los directivos, tanto en lo econymico, en la infraestructura, en los mobiliarios, e incluso en “las ideas” de los docentes para trabajar. Los directivos también se posicionaban en un lugar, por así decirlo, de mártires de esas escuelas, con una dedicación horaria que excedía lo que corresponde, en trabajos de jornadas completas, de “poner dinero de nuestro bolsillo para que la escuela se abra todos los días”.

Las demandas hacia nosotros para trabajar con los niños eran rápidamente reformuladas en las peticiones para que gestionáramos que alguien del ISAC lo hiciese. Si bien las artes visuales (“que los chicos pinten”) estaba presente en las demandas, las que más presencia tenían eras las que implicaban que “los chicos se muevan”, “hablen”, “salten”, “se tiren” y “así descarguen toda esa energía que tienen”. Los pedidos de gestiones para que actividades referidas al teatro y danzas se concretasen en las escuelas fue una constante que llevó a entablar procesos de negociación, en donde tuvimos que aceptar las peticiones para gestionar talleres desde el ISAC en las escuelas.

No es intención poner en cuestión estos pedidos, sino dar cuenta de ese diagnóstico institucional que la experiencia cotidiana de los directivos va construyendo y que en parte coincide con la de los docentes con los que pudimos trabajar. Este diagnóstico institucional se caracteriza por una situación de abandono y pobreza en la que todos los actores del sistema y la comunidad educativa están involucrados.

 

 

Objetos y prácticas de un primer día

La siguiente descripción de la visita a una escuela, es el punto de partida para reflexionar acerca de las relaciones intersubjetivas en las instituciones en las que hemos trabajado.

En ocasión de ir a la Escuela Nº 922 ubicada en Esquiú y 25 de Mayo, una “docente a cargo de la instituciyn” nos informy que los directivos no estaban, que habían salido hacer trámites. Esto es algo común en las escuelas, ya que los directivos a veces deben realizar tareas de diferente tipo fuera de la institución, aun en horarios en donde se supone deben estar en la escuela. Pero la necesidad de ir al CAPE, de hacer compras para la institución, e incluso la solicitud de permisos por razones particulares, son acciones recurrentes.

Con la docente que nos atendió conversamos mientras esperábamos. Ella es del barrio, se llama Rosa Mansilla. El tema de conversación fue el salón de actos que tiene la escuela y que está bastante abandonado. ¡Es un salón hermoso!

Tras esperar aproximadamente 20 minutos llegaron los directivos. La frase que acompañy el saludo fue “esperen tres minutitos que tengo que renegar con las maestras…”. Nosotros esperamos.

Al regresar, invitó a pasar a la dirección y empezamos a conversar sobre las actividades que realizaríamos. La “confusiyn” o “falta de informaciyn” hizo que la primera parte la charla la dedicase a describir el proyecto de investigación y aclarar que no era “práctica docente”, que no era “estudiante”, que no daría “talleres” y que no trabajaría con los “alumnos”. Todo esto fue muy decepcionante para “el vice”, quien esperaba “trabajara con los alumnos con teatro”. La conversaciyn nos fue llevando desde la petición del teatro al ofrecimiento de una posibilidad de danza y el cierre del negocio con “taller de folklore” (entiendo que es danzas folklyricas).

En un momento dado ingresa el profesor de Educación Física llevando un alumno a la “direcciyn”, lo llevaba agarrado del hombro, levemente delante de él. El docente lo presenty y entregy al alumno diciendo “acá traigo un corderito…”, lo dejy junto a la pared, parado, “en penitencia”. Esto fue tomado con total naturalidad, o cotidianeidad, por los directivos y seguimos conversando. Al instante entra una maestra a la dirección y dice, refiriéndose al alumno, pero dirigiéndose al vicedirector, con todo cómico: “£pero qué lindo florerito que tenemos!” El alumno sonriy y guardy silencio. Al retirarse la maestra, la conversación siguió con los directivos. Mientras conversábamos uno de los directivos organizaba papeles de los docentes, y en un instante el alumno se convirtiy en “el changuito de los mandados”, teniendo que ir a hacer firmar papeles a los docentes. Cada vez que volvía él era mandado de nuevo a hacer otra “corrida”. Quedy “libre” cuando toco el timbre para ir al recreo.

Esta pequeña anécdota es ilustrativa de otras prácticas que son cotidianas en las escuelas. La presencia de relación asimétrica toma una dimensión sutil, pero no por eso menos violenta, que se reproduce y tiende a situar a unos sujetos bajo algunas representaciones. Las prácticas de castigar llevando a la dirección y poniendo de penitencia siguen siendo utilizadas, teniendo una vigencia como estrategia formativa que a nosotros que trabajamos en nivel superior nos asombró de modo significativo. Las bibliografías históricas sobre pedagogía suelen presentar críticas a estas prácticas, y presentarlas como antiguas, obsoletas e incluso con pretensiones de erradicarlas, todo lo cual queda invalidado en una visita a una escuela. Las adjetivaciones, que muchas veces conllevan ocultos procesos de sustantivación, “corderito” y “florerito” son por demás de significativa.

Por lo demás, el vicedirector nos atendió muy amablemente. Nos dieron los horarios de los profesores del área artística y algunos datos más. Como por ejemplo que la poblaciyn escolar es de 150 alumnos aproximadamente. Se considera “baja matricula”. Hay dos secciones con “pluri-año”, algo que desconocía se diera en las escuelas de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca. En realidad pensaba que era algo que sólo ocurría en las escuelas rurales. Le comuniqué mi sorpresa y desconocimiento al vicedirector y él comentó las razones. Fue una decisión político- pedagógica para afrontar la tasa de repitencia y la baja matricula. Esta modalidad la tienen desde hace tres años en la escuela.

El área artística está conformada por los espacios curriculares de Música y Plástica. Son tres las docentes cargo: Daiana Barros, Alicia Bertolini e Isabel Aguirrez. La próxima vez que vayamos empezaríamos con las entrevistas basadas en su trayecto formativo y experiencia docente.

 

 

ANEXO V

 

Entrevista realizada a la Prof. Cecilia Galván

 

 

Lic. Laura Roda

Fecha: 9 de septiembre de 2013

Lugar: Biblioteca de la Escuela Nº 257

Entrevistadores: Gonzalo Reartes, Pedro Lazarte y Laura Roda

Nota: A pedido de la Prof. Galván, no se grabó la entrevista. Sólo permitió que se tomaran notas en forma manual.

 

Cecilia: Me recibí en 1995, a los 17 años, como Profesora de Música con especialidad en piano. Actualmente doy clases de piano. A los dos años de haberme recibido conseguí trabajo en una escuela. Luego, en el 2000, me titularicé. Yo siempre buscaba de hacer cursos o ir a encuentros, buscaba todo por internet porque acá no había. Ahora, por ejemplo, me estoy capacitando con la orquesta de la provincia. Ahí toco la flauta traversa. Además, estoy estudiando Instructorado en Ritmos.

En el 2003 comencé a trabajar en esta escuela como Profesora de Música. Me tocó esta porque en el centro ya no había lugar. Con el tiempo me quedé sólo con esta escuela. Aquí tengo tres horas por curso. Lo que doy es más práctico que teórico. Gonzalo: ¿Qué está dando ahora?

Cecilia: Ahora estoy haciendo un trabajo con el Profesor de Educación Física para una muestra en septiembre, para el día de la primavera. Tienen que bailar los chicos.

Pedro: ¿Te gusta trabajar con chicos?

Cecilia: Sí. Ahora me llama la atención que no hayan venido a decirme que vaya a cuidar los chicos [refiriéndose a que había dejado a los chicos solos, practicando la coreografía del baile para la primavera, para conversar un rato con nosotros].

Laura: ¿Podría contarnos cómo hace para dar una clase de música?

Cecilia: Primero hago una introducción al tema, hablando, aunque no siempre. A veces hay que empezar cantando, a veces no hay tiempo, no alcanza, porque la hora de música es como hora libre. A los chicos le gusta el pop, reguetyn, folklore… porque lo que vemos algo de baile también. Ahora les estoy haciendo tocar la flauta.

Gonzalo: ¿Y cuáles cree que son los objetivos de un curso de música en la escuela primaria?

Cecilia: Y… que los chicos interpreten algún instrumento. Que conozcan la entonaciyn de los sonidos, que relacionen tocando, porque a veces cantan bien fuerte pero no saben entonar… pero cuesta mucho eso.

Pedro: ¿Y cómo reciben los chicos todo esto?

Cecilia: Depende del grupo se prenden o no. Para los que no se adaptan traigo actividades aparte. Por ahí traigo crucigramas, fotocopias.

 

Viene un grupo de estudiantes a buscarla porque ya se había terminado la hora. La Prof. Galván se disculpa y nos avisa que se tiene que ir. Le pedimos si nos puede dejar ver el Proyecto Anual de alguno de los cursos en los que dicta clases. Dice que para la semana próxima lo puede traer. Si bien volvimos en dos oportunidades a buscar dicho Proyecto, la Prof. argumentó no haber recordado que iríamos ese día. A la finalización de esta investigación, no nos fue posible acceder a dicho material.